Candidatos ¿desechables?
Jaime
Porcell
Investigador
y coach político
Dos primarias eligen a sendos Juan Carlos. Resultaban lógicos y esperables. En mayo vendrá la del
segundo partido más grande, el gobernante Cambio Democrático. Difíciles de
pronosticar. Sin embargo, un mar de dudas rodea los tres eventos.
Abajo los de
arriba
Varela enfrenta un movimiento opositor minoritario
que intenta desbancarlo. Por los lados del PRD, copartidarios ponen en duda que
Navarro sea capaz de convocar la cacareada unidad indispensable para el triunfo
2014. Otros, quienes blandieron la metáfora Caballo de Troya, insinúan que el
candidato PRD sirve a intereses de Martinelli.
La migración de importantes cuadros hacia el CD
debilita más el panameñismo que al PRD. Sin embargo, los candidatos electos de las
primarias respectivas ven subir sus valores en el mercado de intención de voto.
Para el opositor Milton Henríquez se equivocan
quienes, por subestimar la posibilidad
del candidato oficialista 2014, pronostican una inevitable polarización entre PRD y panameñismo. El gobierno dispone
aún de recursos legítimos que bien puede incluir como argumento para persuadir
electores y voltear la elección. Léase la divulgación de multitud de obras que
lega.
Estos claman por una nómina unitaria contra aquél.
“Un voto opositor fraccionado con un candidato panameñista, otro PRD, más un independiente amplia
posibilidades a que el gobierno pudiera perpetuarse”, afirma Henríquez del
Partido Popular.
La unción
que mata
Rómulo Roux compensa ser el menos conocido y
de menor experiencia política, con la
cercanía al presidente. Sin embargo, afirma y entiende que la unción de hoy,
mata posibilidades mañana con el elector no CD.
El caminar incansable y la fuerte inversión
publicitaria convencen de una genuina etapa de “santa agonía” de los ex
ministros Roux, Giselle Burillo, y del
propio Arias. Este incesante buscar
apoyo, hace creíble lo que afirmara Martinelli, “aquí no hay ungidos”.
Sin embargo, los observadores no pierden pisada sobre
a qué candidatura dirigen su apoyo los ministros más cercanos al presidente. Y el gabinete siente casi como
deber publicitar su apoyo, sin reparar que influyen sobre sus subalternos.
La ministra y dirigente CD Alma Cortés denuncia presiones a lo interno para favorecer a José
Domingo Arias. “Ministros que llaman para presionar a dirigentes”. En
un convivio en hotel playero observamos representantes y alcaldes que alineados
con “Mimito”.
Rómulo Roux aterrizó sin previo aviso sobre la
Secretaría de Metas. Regentó dos ministerios con poca proyección social. Aparece
adusto y bajo de energía en una cuña de presentación. A su favor blande que,
como ministro del canal llevó el tema del agua potable.
“Mimito” se
propone como empresario con vocación de servicio, y que asciende desde una
gerencia de ventas, a propietario. Y una salsosa Giselle que trae una dosis de
humor a la política, que estudió en escuela y universidad pública.
Las campañas de tres bisoños, ante una competencia
contra dos Juan Carlos de larga trayectoria, superan apenas sus lanzamientos.
Bajar al
electo o suicidio político
Ya entran en una clara etapa de sostenimiento.
Roux aprende rápido. Se buscó a uno que sabe de publicidad. Éste procesa pietajes
que testimonian un entusiasta respaldo nacional, en medio de una lluvia de serpentinas y confeti, que logra en cada
localidad.
Omar Torrijos, ni Arnulfo pudieron endosar sus
votos y tanto Martín como Mireya persistieron hasta ganarlos. “Mimito” deja
entrever que arriesga cuando busca el endose de un carismático sin suficiente
control emocional. Ojalá no se equivoque.
No será fácil bajar a uno que batalló y triunfó en
primarias ante los ojos de los electores. El que el bajado deponga no garantiza
que el público endosará al que suban, menos si resulta el propio Martinelli. La oposición seguro temprano lo estigmatiza de
ungido para asegurar, no suba la loma. La jugada tendría visos de suicidio
político.
El presidente del CD no tendrá otra que aceptar,
quien salga de esta primaria, tendrá sea
el portaestandarte del oficialismo.
¿Desechables?
Henríquez insiste, los tres son desechables, y ninguno
va a ser el candidato CD. Arguye dos
razones. La ley permite al CD que el directorio
Nacional lo reemplace. Y en diciembre, cuando sea imposible la unidad opositora,
el oficialismo puede destapar su
intención reeleccionista presidencial.
Y por último, el presidente afirma, “la discusión
no es si la Constitución dice que pueda yo correr o no, si no, que yo no lo voy a hacer”. Cierto que existe una
redacción que permite una interpretación sobre la posibilidad de reelegirse
cuando quien llega a presidente, no funge como funcionario público.
Henríquez sigue sospechando de la intención
presidencial. “Ricardo Martinelli
prometió transparencia, cerrar el PAN, contraer los viajes, etc. Los
ministros actúan como candidatos desechables. Las encuestas sostienen que los
candidatos CD marcan poco. El gobierno es como tres patines, dice una cosa y
hace otra”.
El mejor candidato que tiene CD sigue siendo Ricardo
Martinelli. Para que el presidente corra, según Rogelio Paredes, PRD, “habría que hacer locuras en la Corte Suprema
de Justicia”.
Tampoco éste excluye una “Gran Alianza” entre dos
tradicionales adversarios”. Sin embargo, luce complicada. Ante la modesta demostración del panameñismo en Primarias, no
les produce urticaria hablar de interprimarias. Incluso admiten que conversan con
su antiguo aliado, el Partido Popular.
Sorpresas o
sorprendidos
¿Estamos viendo emerger candidatos finales o seremos
los sorprendidos por espejismos de unos desechables? Durante las ocho décadas iniciales, incluye
20 años de dictadura, de república, los
aspirantes reales surgían luego del acuerdo de recámara entre fuerzas
dominantes, a distancia de apenas pocos meses de la elección.
Algunos gurús pretenden ver más allá de la
realidad frente a nuestros ojos. ¿Tendrán razón quienes esperan a un Mesías todavía nonato? ¿Será por el lado
de un independiente Alberto Alemán que dividirá más el voto opositor, por
donde llegará lo inesperado? La
tendencia histórica no les da piso. A
partir de las elecciones ´89, y sobre todo, luego del advenimiento de primarias
en el 94, los conejos de la chistera de un mago
parecen haber quedado atrás.
Seguimos de cerca este arroz con mango.
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